jueves, 29 de julio de 2010

La tarea universitaria y el Congreso


La Republica -
Escribo estas líneas en momentos en que el campo universitario está alterado por razones ajenas a la propia tarea universitaria. Por otro lado, escribo también en momentos en que el Congreso parece empeñado en modificar la ley universitaria, con lo cual permitirá perfeccionar cuanto adjetivo negativo puede aplicarse a la tarea congresal. Esos hechos, sin embargo, con ser graves, no deben ofrecernos pretexto para defender la verdadera tarea científica que le corresponde cumplir a la universidad.
Toda la educación científica quiere hoy desembocar en una simplificación no solo del proceso ‘ciencia’, sino de quienes estamos involucrados en él. Una simplificación racional. Bastará con que analicemos cómo hemos venido formando hombres de ciencia.
Para asegurar su total ‘incontaminación’, buscamos que el candidato rechace toda tentación impresionista. Que se llene de argumentos probatorios. Que se confirme énfaticamente en ‘su’ campo de trabajo, con lo cual ‘su’ campo se hace cada vez más estrecho, más cerrado, más puro. O sea, más estéril. Uno termina, así, asumido por un campo científico bien delimitado. Esto significa que hemos creído posible que no contasen para nada, como motores de la observación y del análisis, como elementos coadyuvantes de la propia voluntad inquisidora la emoción, la religión, su sentido del humor, o su metafísica, su imaginación. De donde el lenguaje con que nuestro estudiante termina comportándose no es el suyo propio.
Esto no puede, ciertamente, llamarse una formación ‘equilibrada’. Y no pongo tanto énfasis en la formación, sino en el adjetivo que busca calificar su rasgo esencial modelador. El modo como yo puedo comprender las tesis de Böhr o de Planck, o las mismas audacias filosóficas de Bertrand Russell o las de Habermas, sabiendo que soy capaz de asociarlas a un mundo con música de los Beatles o los Rolling Stones, forma parte de la manera como esas tesis enriquecen mi experiencia y dan persuasivo y eficaz contenido a cuanto pueda yo realizar con esas teorías en relación con mi labor profesoral. No puedo creer (en esta hora del mundo) que la vida privada del estudiante (con todo lo que tiene de luz o de sombras) pueda desvincularse de su esfera intelectual, porque la función formadora que creo cumplir tiene que cumplirse hoy, para ser integral, en esa totalidad indivisible que es él y su contorno vital. Si así no fuera, mi enseñanza no será humanizada sino fría, descuidada, obsoleta y terminaría por dañar hondamente la intimidad, la raíz esencial desde la que ese estudiante vive y sufre y goza, que es además la raíz misma desde la que arranca su ansia de saber y perfección.
   Claro es que las cosas no ocurren así. Me explico mejor. Todos estamos conscientes de la necesidad de entendernos. Pero no acertamos a hacerlo por causa de un fetichismo oprobioso. Hemos perdido la conciencia de que nuestra tarea pedagógica se hace ‘con’ hombres y ‘entre’ humanos. Hemos olvidado que la elemental conversación, la oralidad y la sencillez son el instrumento mejor. Preferimos hablar en términos técnicos, como si la tarea pedagógica fuese preparar para el oscurantismo y el hermetismo y no para la claridad y la colaboración, que son los auténticos caminos del profundizar. Al lenguaje de los usuarios estamos reemplazándolo por el lenguaje de las disciplinas científicas y de los tratados especializados que, a la postre, resultan ser el lenguaje de los libros concretos y las casas editoras.
Insisto que nuestra tarea universitaria consiste en preparar al estudiante para desacuerdos entre la teoría y el hecho. Es la manera ideal para ponerlo en el buen camino. Es consagrada observación que no existe teoría que explique todos los fenómenos de su propio campo de especulación. Pero es en el campo de la dificultad y el error donde la ciencia puede avanzar. El alumno debe ser conducido a operar con hipótesis y a proceder como si la memoria fuese correcta. En verdad: para progresar, el científico trabaja con aproximaciones. Y es bueno prevenirlo para que pueda hacer frente –sin frustraciones– al impacto que suele producir la afirmación legítima de que una teoría, como enseñó Feyerband: “debe ser juzgada por la experiencia y debe rechazarse si contradice enunciados básicos aceptados”. Para que la ciencia tenga vigencia, la universidad nos propone someter la metodología a constante revisión.
Si a esta clase de reflexiones nos convoca la vida universitaria, se comprende que desluce nuestra tarea y frustra nuestro cometido todo intento de reavivar ideologías que nada tienen que ver con la búsqueda del conocimiento.

El gobierno y las universidades

La Republica -

Ha hecho bien el Consejo Nacional de Educación (CEN) de expresar en un comunicado su desacuerdo con el proyecto de ley enviado por el Ejecutivo al Congreso, relativo a la vida universitaria. Situaciones como las que ahora hace frente San Marcos deben ser resueltas por la universidad. Al mismo tiempo, el CEN ha creído oportuno mostrar su opinión discordante respecto a la sentencia establecida por el Tribunal Constitucional en relación con las ‘filiales universitarias’. Obligación inexcusable del CEN es vigilar que todo lo relacionado con los diversos niveles de la educación cumpla, con eficiencia y rigor, las exigencias previstas en el Proyecto Educativo Nacional (PEN). No había modo, por lo tanto, de que el Consejo pasara en silencio estos actos que, en verdad, agudizan los trastornos por los que pasa la universidad.
La vida universitaria está hoy empeñada en una lucha riesgosa (no porque el peligro sea perecer, sino durar). El precio de la educación superior se ha revelado menor que el dinero, endiosado como en los viejos tiempos de Baal. Se crean ‘universidades’ (es decir, se adjudica esa calificación), sin advertir que no hemos preparado adecuadamente a quienes serían sus esperables alumnos. Y algo más grave: se admite la existencia de dos tipos de instituciones con el mismo nombre de ‘universidad’. Las hay, así, como instituciones académicas dedicadas a la enseñanza superior y a la investigación. Pero las hay, asimismo,como empresas cuyo interés último no está claramente diferenciado entre lo ‘académico’ y lo ‘comercial’. Con todo esto, la educación universitaria en el país queda librada a la improvisación y al azar.
El comunicado del Consejo no solamente muestra esas opiniones discordantes. Atento a sus responsabilidades de Asesor, propone crear con urgencia el ‘Ente Rector Autónomo’, que sería “la autoridad competente para articular toda la Educación Superior”. En realidad, el CEN no arriesga novedad alguna. Nos remite a una propuesta existente en el PEN. Lo que realmente sugiere el Consejo es que ese “Ente Rector” hasta ahora olvidado sea regido “por personas con indiscutible reconocimiento nacional e internacional en la producción y gestión del conocimiento”.
Añade el Consejo su preocupación por la situación en que se hallan algunas ‘filiales’ universitarias y acuerda la necesidad de que el sistema de evaluación de la calidad educativa sea provisto de los recursos necesarios para que pueda cumplir “sus funciones de evaluación y acreditación de las instituciones de educación superior existentes”.
Los problemas que revela este comunicado no pueden extrañarnos a quienes conocemos la crisis de nuestra realidad pedagógica, y lo difícil que resulta enfrentar oportuna y resueltamente las varias situaciones por las que atraviesa el magisterio, raíz de que enseñanza y aprendizaje se vean internacionalmente descalificados. Tratar de encarar asuntos relativos a la enseñanza superior, sin haber resuelto los concernientes a la educación básica regular, constituye una majadera utopía. Obligada tarea del Consejo Nacional de Educación es estudiar la situación y proponer modos de encarar y resolver técnicamente lo concerniente. Los asuntos pedagógicos deben ser estudiados y resueltos por los pedagogos.
Cuando tomamos en consideración quiénes integran el CNE y los vínculos que cada uno de sus miembros tiene con la tarea pedagógica, debemos celebrar lo oportuno que resulta el comunicado, que pone de relieve cómo vive alerta el CNE a su misión.
 

No improvisar con la universidad

La Republica -

Sobre la universidad corren y se amontonan ensayos, proyectos, entrevistas, libros, bibliotecas. Su solo nombre puede originar batallas gigantescas, y buen recuerdo tenemos de aquella que paralizó a Francia en 1968. No hay vida civil sin universidad. Con motivo de todo lo que estas últimas semanas se ha dicho y escrito sobre la universidad, he vuelto a leer un viejo libro de Felipe Mac Gregor: Sociedad, ley y universidad peruana. Tres palabras que se hallan en estrecha y coherente trinidad.
Se dice fácilmente, pero se suele entender con precipitada exaltación. La universidad debe estar protegida por la ley y al servicio de la sociedad. La afirmación, con ser tan clara, está siempre expuesta a malinterpretaciones, asedios ideológicos, equívocos patentes. Una de sus más tristes consecuencias es el número demagógico de instituciones llamadas ‘universitarias’ en el país. Esa realidad es un penoso síntoma de nuestro pobre desarrollo cultural. Es como para ruborizarse. Y se crearán más, al conjuro de slogans, afirmaciones y promesas electorales. Todos los documentos que legislan a la universidad desde 1850 no han servido para explicar qué buscaba el país con esta clase de institución, ni qué esperaba de ella para lo por venir. En ese porvenir estamos y comprendemos que a los legisladores solo les interesó preocuparse del ‘aquí’ y el ‘ahora’. Se pretendió crear un modelo único para la universidad. Fracaso absoluto. Fracaso porque (y releo a Mac Gregor) “la universidad surge de la virtud creadora de quienes estudian aprendiendo o enseñando; y se aprende en el aula, en la vida, en el medio cultural y en la respuesta al estímulo del medio físico”. Fracaso, además, porque muchas universidades creadas no fueron respuesta a las necesidades regionales.
Quien busque el esperado estudio sobre el mar, ungido por la ley 9539 que debió realizarse, buscará en vano. Los legisladores se esmeraron en chauvinismo. Creyeron que era más importante que los títulos se otorgaran “a nombre de la Nación”, con lo que sembró una torpe ilusión, porque esa capacidad administrativa, consagrada en el papel, no crea conciencia de que lo que se manda y distingue en la universidad es la calidad científica del trabajo, la solvencia científica de los maestros y la dedicación cierta al estudio y a la investigación de maestros y estudiantes. Consecuencia: ahora la rutina es el signo acompañante de la actividad universitaria. Por habernos preocupado por si nos convenía un modelo europeo, norteamericano o socialista, estamos sin haber podido construir realmente las bases de una sólida institución universitaria.
Valioso material contenía el libro de Mac Gregor. Su gran preocupación son las esencias, centrado siempre en los temas medulares: docencia, autonomía, formación académica, gobierno universitario. Me interesa resaltar hoy dos temas, porque son de estricta actualidad: autonomía y función social de la universidad. La única autonomía que la universidad debe defender a toda costa es la académica. En lo que concierne a su gobierno y a la organización curricular, a la elección de sus docentes, sistemas de evaluación, planes de investigación, requisitos para grado, la universidad debe gozar de una independencia total.
Y ahora, la afirmación todavía polémica para muchos. La universidad es un centro de transformación social. La frase luce en toda algarada política latinoamericana, y se deja tímidamente escuchar en alguna universidad europea. Aquí Mac Gregor fue tajante: ante todo, la universidad es centro de saber. Y si alguien busca otra cosa en ella, “desconoce lo que significa un centro de saber”.
La prosa de Mac Gregor es sobria, a veces tiene aristas duras, muy rudas. Por eso reclama un comentario. Claro es que resulta un despropósito reducir la misión universitaria a la de un centro de transformación del hombre, en tanto que el saber ayuda al hombre a su propia realización, y el estudio permite de alguna manera estar preparado para contribuir a mejorar a nuestros semejantes, y a través de ellos, mejorar (es decir, transformar) la sociedad a que pertenecemos. No se trata de alcanzar mejores salarios y menos ciertamente de lograr el acceso al poder. Se trata de poner al estudiante en condiciones de autorrealizarse, buscamos en él una transformación integral (espiritual, social, cultural). El porvenir, prefigurado en los jóvenes que llegan a las aulas, está presente en las páginas de este libro que he rememorado, porque sobre la universidad no se debe improvisar.

Cerebros y Universidad

La Republica -



Ahora que la economía está de moda, digo que la Universidad es una ‘buena inversión’. Esta es para todos nosotros la época de los cerebros electrónicos. No se trata de ‘competir’ con ellos. Se trata de hacernos conscientes de que este es el signo de la revolución técnica a que la Universidad hace frente. Se trata de comprender que esta actividad inteligente que ha llevado a los cerebros electrónicos no se ha hecho al margen de la Universidad. No se ha hecho al margen de las Humanidades; y no quiero nombrar a la serie de filósofos, sociólogos y lingüistas comprometidos con los físicos y matemáticos en este mancomunado esfuerzo intelectual.
Por eso resultó írrito que a la Facultad de Letras (y la nombro así) la hayan tenido arrinconada, ajena a las reformas que se intentaron en otros campos dentro de la misma Universidad. Y no se diga que es un problema de dinero porque no es eso lo que está en juego. Nos han hecho creer que muchas cosas dependían del dinero (y mejor, del extranjero) para disimular el obligado diagnóstico de nuestra indolencia. Si nos dieran el dinero los americanos, los japoneses, los alemanes o los rusos (o si nos instalaran gratuitamente los equipos) seguiríamos como antes. Porque de lo que se trata es de comprender que sin formar gente para esta empresa estaremos sometidos intelectualmente a cualquier tipo de penetración. Se trata de preocuparnos por ‘nuestro’ destino como institución de enseñanza superior y humanística. Y es así porque a la postre se trata de nuestro destino como país.
¿Por qué todo esto? Porque todo el porvenir económico e industrial del Perú se halla comprometido con este signo revolucionario de los ordenadores. ¿Y la alfabetización y la instrucción en las grandes técnicas de recuperación de tierras no nos vendrán dentro de poco alineadas en las computadoras? El que haya visitado algunos de los célebres laboratorios electrónicos europeos o americanos no puede ignorar que ha comenzado a tomar contacto con el mundo del futuro, que es precisamente aquel para el que tenemos obligación de entrenarlos a todos ustedes.
No sé si nos hemos puesto a reparar lo suficiente: la lucha en la que están empeñados los colosos de la humanidad en el terreno universitario se reduce a producir ‘técnicos’. Y no es un problema de cantidad. Es asunto de calidad. Cantidades de dinero fabulosas se invierten en asegurar esa calidad. Repárese bien: la independencia de la que gozan ciertos países, la razón de su predominio no solamente radica en producir máquinas de elocuente poder y segura grandeza sino en producir hombres que las crean, las reformen y las perfeccionen para servir a los intereses del hombre. Pero nosotros solo vemos la máquina, y nos contentamos con que venga un técnico a manejarla, o a lo sumo enviamos a que algunos de los nuestros las aprenda, o anunciamos que no somos menos para aprenderlo.
Nos falta una acabada idea del porvenir porque carecemos de un sentido de la continuidad. El porvenir está en todos nuestros discursos y reclamaciones. Pero no está asido a la certidumbre de que lo vamos a gozar. No está asociado con nosotros mismos, no es una clara conciencia ni una posesión paulatina en cuyos dominios nos vamos internando. Y formar técnicos es el porvenir universitario. Y formar técnicos es formar gente que tenga capacidad de creación. El conformismo no es el signo del trabajo científico. Pero tampoco lo es el descontento ni la rebelión. El viejo planteamiento cartesiano sigue siendo el mejor acicate.
Nuestro saber es provisional porque felizmente no es estático. Esa es la mejor victoria de una casa de Humanidades: formar conciencia de eso. Por eso no podemos preparar solo gente que asimile y estanque el saber, sino gente que aprenda a someterlo a crítica, para que así lo perfeccione y recree. Si no, permaneceremos en el subdesarrollo. Es decir, estaremos mentalmente colonizados. La independencia, para ser total, debe asegurarse en el terreno del trabajo científico. Pero no depende de que copiemos o no programas ajenos; depende de que aprendamos a descubrir las fuerzas capaces de organizarnos un programa interior.
La Universidad no teme esa tarea. Y por eso no tiene miedo a las innovaciones. De lo contrario, no seríamos creadores culturales. Hay que aprender a luchar contra esa falta de sentido de continuidad en el tiempo; nos sobra, frente a ello, mucho fetichismo sobre cosas y hombres accidentales del pasado.

jueves, 22 de julio de 2010

¿Qué pasó con nuestros muchos campeones de matemáticas?



Por: Nelly Luna Amancio
Sin apoyo desde 1985, unos 217 estudiantes nos han representado en olimpiadas mundiales de matemáticas. Aquí la historia del destino y las peripecias que atravesaron estas jóvenes promesas.
El azar también se encubre entre los números. Jimmy Astupillo —niño prodigio becado por una academia desde los 9 años, medalla de bronce en las olimpiadas del continente y mención honrosa en un campeonato mundial— reposa esta calurosa tarde de febrero en su modesta casa de ladrillos de Comas. Razona sobre el azar. Dice que es posible conocerlo con las probabilidades, pero que él prefiere las certezas. El niño que durante más de nueve años arrasó los campeonatos de matemáticas y exámenes de admisión tiene ahora 28 años y aún no logra acabar la universidad. De aquellos años en los que la prensa y los profesores lo tildaban como la adolescente promesa matemática tiene solo los recuerdos que hoy cuelgan en la pared de ladrillos de su sala: hay un corazón forrado en tela negra del que pende una decena de medallas protegidas con un plástico transparente, empolvado.
Cada vez que recuerda, Jimmy agacha la cabeza y junta sus manos como si fuera a rezar. Cuenta que un día de 1992 de pronto llegó a su colegio de Comas un profesor y le ofreció una beca en una academia. “Yo era bueno con los números y ya había ganado algunos concursos interescolares”, dice. Así fue como acabó sentado en la primera fila del aula de una academia preuniversitaria cuando sus piernas ni siquiera alcanzaban el piso. “A mí siempre me asombró mi hijo Jimmy, no sabía ni leer y ya resolvía los pupiletras de los periódicos, a los 6 años ya repetía la tabla de multiplicar”, dice doña Amelia, la madre que llegó de Arequipa cuando este lugar era todavía un terral.
Jimmy lleva un pantalón corto, un polo sin mangas y una chaquira en el cuello. Luce descansado, pero no siempre está así. Desde hace unos años su rutina consiste en viajar los domingos por la noche hacia Trujillo (donde enseña matemáticas en un colegio los lunes y martes), retornar con las mismas y amanecer en Lima los miércoles, dar clases de álgebra en una academia del centro de Lima, y así, por fin, entregarse los jueves y viernes a sus cursos de matemática pura en San Marcos. Este distorsionado horario lo obliga a llevar apenas dos cursos por semestre: Jimmy ya debería haber terminado la carrera, pero aún tiene para varios años más. La necesidad económica eligió por él. No era la primera vez.

TALENTO SIN APOYO
En 1998 Jimmy ocupó el primer lugar de ingreso a Ingeniería Mecatrónica en la UNI, pero no terminó. Su mamá enfermó y tuvo que trabajar dictando clases en una academia. “Los horarios de clase se cruzaban con los del trabajo, tuve que dejarlo”.
—¿Por qué no continuaste?
—Por vergüenza.
—¿Has intentado postular a una beca en el extranjero?
—Nunca lo he intentado.
—¿Por qué?
—Por falta de información, creo
—¿Alguna vez alguien del Ministerio de Educación te ofreció apoyo o una beca?
—No.
El 2008 el Perú ganó su primera medalla de oro en una olimpiada mundial de matemáticas y ocupó el puesto número 17 de un total de 104 países que participan anualmente en este certamen. Y el año pasado quedó en un expectante puesto 24. Los puntajes del Perú están, incluso, por encima de países como España, Francia, Cuba, Argentina, Chile y Colombia. ¿Será que este talento —que los mismos matemáticos dicen que es innato— procede de ese natural cálculo mental que durante generaciones ha obligado a las familias peruanas a dividir lo que falta, a sumar lo que resta? Puede ser, pero hay algo más.
La perversa contradicción de tener uno de los peores sistemas de educación pública y ocupar al mismo tiempo un lugar importante en las competencias de matemáticas tiene una explicación nada matemática.
Desde hace más de una década el sector privado —léase la Somape y la Universidad Católica— viene dando una intensa y selectiva preparación a los mejores estudiantes de escuelas y academias. “Este apoyo es lo que ha mejorado el rendimiento de los más jóvenes, pero lo que no cambia es la indiferencia del Estado hacia estos grupos de estudiantes”, dice, con la autoridad de ex olímpico, Jesús del Carpio Talaverano, uno de los cuatro estudiantes que participaron por primera vez aquel diciembre de 1985 en una competencia internacional: la primera Olimpiada Iberoamericana de Matemáticas realizada en Colombia. “Los que participamos en esa primera olimpiada nunca antes habíamos practicado en un examen tipo olimpiada: dos días de evaluación, cada uno con tres problemas para ser resueltos en no más de cuatro días, estábamos nerviosos, pero contentos”.
De ese primer concurso internacional al que el Perú asistió, Jesús recuerda un hecho que entonces causó indignación, pero que ahora le parece ya una anécdota.
Ese noviembre de 1985 el entonces presidente García firmó una resolución que oficializaba el nombramiento del equipo que representaría al Perú en las olimpiadas, pero no dijo nada más. “Sacó la resolución, pero no hubo dinero, nada, al final una empresa nos donó los pasajes para los alumnos y los dos profesores que nos acompañaban consiguieron los suyos”, cuenta. Lo peor llegó al volver. “Fuimos al aeropuerto y en el “counter” nos dijeron que nuestros pasajes de retorno para ese 19 de diciembre habían sido vendidos porque era temporada alta, nos habían cambiado el retorno para después de Navidad”. Mientras el tema se resolvía en Lima, la selección de estudiantes se alojó en la casa del cónsul.
Las historias de desplantes se repiten con la llegada de un nuevo concurso. Aún ahora es complicado conseguir los pasajes para el traslado de los muchachos. “Hay mucho talento por descubrir en el Perú”, dice el profesor Uldarico Malaspina, miembro de la Sociedad Matemática Peruana (Somape). Muchos de estos ex olímpicos desarrollan una carrera prometedora aquí y en el exterior, pero otros, con menos oportunidades, ceden a los dilemas económicos y son contratados como docentes en alguna de las tantas academias del país.
Aunque a muchos de los olímpicos les encante y disfruten las matemáticas, la mayoría acaba por elegir alguna de las ingenierías. Un matemático en el Perú solo puede dedicarse a la docencia. Aquí nadie paga por la investigación. En países con un rendimiento menor al nuestro, los matemáticos desarrollan las teorías que más adelante aplicarán la ingeniería y otras ciencias. “Las leyes de Newton no se podrían haber creado sin la teoría matemática diferencial”, dice Jesús del Carpio. Él eligió ingeniería de sistemas y ahora dirige su propia empresa en San Martín de Porres.

LAS GANAS DE SUPERACIÓN
Los padres de Jesús del Carpio Talaverano, como la madre de Jimmy Astupillo, pertenecen a esa estirpe de esforzados migrantes que lo dieron todo por la educación de sus hijos. El padre de Jesús no estudió ninguna profesión, pero siempre mostró mucho interés por el desempeño académico de sus hijos. “Mi papá es perfeccionista e inteligente. Él tiene una frase: “Solamente hay dos formas de hacer las cosas: o las haces bien o las haces mal, el más o menos no existe””. Su padre le inculcó eso y mucha disciplina. “Le encantaba los juegos de pensar. Nos hacía concursar entre nosotros: tres por doce, once por once, nueve por ocho”, recuerda Jesús. El padre —dejaba a un lado el cansancio laboral— siempre preguntaba por el avance en el colegio. “Veíamos poca televisión, pero qué niño entendería eso hoy”.
Todo triunfo conlleva sacrificios. Jesús cuenta como anécdota que él nunca aprendió a jugar trompo y que su primera cometa la voló recién cuando nacieron sus hijos. “Tampoco aprendí a montar bicicleta porque nunca la tuve”, dice. Ahora, en perspectiva, recuerda aquellos años y confiesa que gracias a ello siempre tuvo claro su norte. “Maduré mucho más rápido, a los 16 años ya sabía qué quería y qué tenía que hacer para lograrlo”.
En los hijos de migrantes el valor de superación y esfuerzo está mucho más arraigado. “Valoramos más el esfuerzo de nuestros padres, entendemos que para ellos incluso fue más difícil que para nosotros, y mis hijas, por ejemplo, no pasan ni la centésima de lo que yo pasé”, cuenta Jesús. La valoración del esfuerzo cambia con cada generación. Sin duda, la necesidad de tener algo moviliza el esfuerzo.

LA TAREA DEL ESTADO
Desde 1985, el Perú ha participado en 45 olimpiadas, 13 de ellas de carácter mundial y las otras continentales. En todo este tiempo el nivel de la selección peruana ha ido mejorando notablemente. Del puesto 60 que ocupó el Perú en el mundo, el año 2003, ahora está en el puesto 24.
La Sociedad Matemática sostiene que el apoyo privado es importante pero que el Estado tiene que hacer más, sobre todo por los jóvenes de menos recursos. Ellos recomiendan crear un programa que promueva e incentive el retorno de los talentos peruanos que radican en el exterior, desarrollar un programa de detección y formación de jóvenes talentos, fortalecer e invertir en proyectos de investigación en matemática. “Es inconcebible que haya tan buenos estudiantes pero que no reciban ningún apoyo, el presupuesto de Educación es terrible”.
—¿Te consideras superdotado?
— No, para nada, solo tengo habilidades, como otros las tienen para otras cosas.
—¿No duermes pensando en un problema?
—Muchas veces.
Jimmy todavía recuerda el problema número seis de la Olimpiada Mundial de 1997 que lo obsesionó durante más de ocho años. Halló la respuesta en un boletín que compró con todo lo que tenía en el bolsillo. La intriga se desvaneció con un alivio: “era un problema que yo jamás hubiera podido descubrir”.

LA CIFRA
8 Años, entre 1989 y 1997, el Perú dejó de participar en las Olimpiadas Mundiales de Matemáticas. La crisis económica de entonces también limitó la participación en otros certámenes.

sábado, 3 de julio de 2010

Mayor presencia del Estado en universidades públicas

El Expreso. domingo, 04 de julio de 2010

4-_giancarlo Quienes no tienen liderazgo, no pueden hablar de autonomía, afirma.
Una mayor presencia del Estado en las universidades puede frenar la presencia de terroristas en las universidades, afirmó el general (r) Juan Gonzales Sandoval, ex miembro de la Dincote (Dirección contra el Terrorismo), quien además cuestionó la actitud de algunas autoridades universitarias que rechazan la intervención del Estado, al señalar que no tienen autoridad para hablar de autonomía cuando ni siquiera tienen liderazgo para conducir las universidades.

Abandono del Estado
En su opinión, el problema radica en el abandono del Estado a las universidades, a partir del 2001, luego del cual no se han dado políticas integrales para incluir a las universidades dentro de un Plan de Desarrollo Cultural y Educativo.
Pero además han perdido el liderazgo de sus propias autoridades internas, y se ha creado un desgobierno.
“La solución a todos estos temas es que exista una mayor presencia del Estado en el campo educativo, y a nivel de un apoyo real y racional a las universidades para su crecimiento y desarrollo, con autoridades que realmente sean representativas, líderes, dentro del campo educativo, y no la politización”, manifestó.
A este problema-dijo-hay que agregar la falta de atención a las universidades en lo que se refiere a infraestructura, logística, falta de buenos profesores, y de apoyo económico a la investigación. 

SL aprovecha
El general señaló que estos desbalances son aprovechados por Sendero Luminoso, ya que en las universidades los alumnos están en etapa de formación, no conocen la realidad nacional, y sobre todo porque no encuentran las condiciones adecuadas para su formación y desarrollo profesional.
“Eso sirve como caldo de cultivo, que está dentro de la estrategia de SL, y no nos olvidemos del SUTEP, también hemos tenido este problema en los colegios”, recordó.
No hay que olvidar-dijo-que Sendero tiene una estrategia no de ahora, sino desde  los años 70 y 80, la cual siempre ha tenido en cuenta el aspecto cultural y educativo.
“Lo que pasa es que queremos minimizar todo esto, olvidando que SL no ha abandonado su doctrina, su estrategia política, económica y social, lo que hace es un trabajo a largo plazo”, aseveró. 

No tienen liderazgo
Asimismo, cuestionó que algunas autoridades universitarias se opongan a la intervención del Estado, amparándose en una supuesta autonomía, cuando ni siquiera tienen liderazgo sobre las universidades que manejan.
“De qué autonomía pueden hablar, cuando no pueden dirigir a los estudiantes ni tienen programas educativos ni programas de sensibilización social ni siquiera están presentes dentro de lo que se llama los grandes programas educativos”, subrayó.

Identificación de infiltrados
Gonzales pidió identificar, con apoyo de los servicios de inteligencia, quiénes son los que ingresan de afuera y quiénes los contactos de adentro, ya que solo son algunos quienes a través de su estrategia crean terror y violencia en las universidades.
Vilma Ayala Rojas  

Universidades peruanas: mínima investigación

El Expreso. Sabado, 03 de julio de 2010

Planteamientos
                
Alfredo Palacios Dongo


El grupo de investigación SCImargo, integrado por el Consejo Superior de Investigaciones científicas (CSIC), que realiza evaluaciones en el campo de la ciencia mediante análisis, representación y evaluación de información, acaba de publicar su último estudio a nivel Iberoamericano SIR 2010, presentando la producción de investigación científica de 607 universidades en el período 2003-2008, sobre la base de indicadores que muestran información sobre la actividad investigadora en la producción de documentos científicos (PC), capacidad para realizar investigaciones en colaboración con otros países (CI), y visibilidad o impacto científico de su producción (CCP).

Dentro de estas 607 universidades figuran 24 peruanas, las cuales se ubican a la zaga en investigación y producción científica. La Universidad Cayetano Heredia es la mejor evaluada, ocupando el puesto 135 con 714 publicaciones científicas, pero que representa sólo 1.8% de la producción de la Universidad de Sao Paulo de Brasil que ocupa el primer puesto con 37,952 publicaciones. Le siguen las universidades de San Marcos (puesto 189), Católica (232), Agraria (312), Ingeniería (341) y San Antonio Abad del Cusco (345). Las 18 restantes, con menos de 40 publicaciones, ocupan los puestos del 376 (San Agustín), al 602 (Universidad Tecnológica del Perú). Los indicadores PC, CI, y CCP de todas nuestras universidades (excepto Cayetano Heredia), se encuentran resaltados en color rojo por representar estadísticamente poca significación en materia científica.

Según la Ley Universitaria 23733 del año 1983, la investigación es función obligatoria de las universidades (art. 65), inherente a la docencia universitaria (art. 43), y deben realizar investigación en ciencias y tecnologías, y formar científicos y profesores de alta calidad académica (art. 2), sin embargo, en nuestras universidades es mínima la inversión y dedicación a la investigación y nuevas tecnologías. Las privadas, porque centran su mayor interés en la formación de más profesionales, y las públicas, por sus exiguos recursos presupuestarios.

Bajo este panorama, actualmente existe un gran debate político sobre el sistema de elección de rectores y decanos en las universidades. Considerando los magros resultados del estudio SIR 2010, más importante para el país sería iniciar un gran debate sobre la formulación e implementación de políticas de investigación en el sistema universitario, considerando su importante papel para la producción de ciencia y tecnología innovadoras, lo que contribuiría a nuestro desarrollo social, económico y tecnológico.

San Marcos libre de terroristas

La Primera: 03 de julio del 2010


Una visita inopinada realizada ayer por congresistas a la ciudad universitaria de San Marcos permitió comprobar de algún modo que no hay indicios de presencia terrorista en la Decana de América, y que en cambio hay mucho desorden y carencias, debido a la mala administración y la falta de presupuesto.
 
Los parlamentarios Yonhy Lescano y Oswaldo Luizar, de Alianza Parlamentaria y Bloque Popular, respectivamente, acreditaron que los problemas de San Marcos son de índole administrativa y de falta de presupuesto, luego de recorrer algunos ambientes de la ciudad universitaria ubicada en el cruce de la Av. Venezuela con Universitaria, para verificar sobre el terreno las versiones sobre una supuesta infiltración de Sendero Luminoso en la principal Universidad peruana. “Es necesario reivindicar el nombre de la Universidad de San Marcos que fue vinculada injustamente con actividades de un grupo extremista”, señaló Lescano.

Las versiones desmentidas provinieron particularmente de personajes del gobierno, como el primer vicepresidente Luis Giampietri, después de conocerse la realización de una marcha a la ciudad universitaria pidiendo la libertad de Abimael Guzmán.

Hemos venido a San Marcos y no hemos encontrado pintas en las paredes ni otro elemento que permita pensar que hay un rebrote de este grupo subversivo en la Universidad, indicaron ambos congresistas.

La residencia universitaria, señalada luego de la marcha como refugio de terroristas, fue uno de los primeros lugares en ser inspeccionados por Lescano y Luizar. Los visitantes recibieron la versión de los propios estudiantes que ocupan los ambientes, sobre las condiciones en que viven.

“No somos terroristas, somos estudiantes provincianos que vivimos aquí porque no contamos con recursos”, declaró Jefferson Canello, alumno de Ciencias Sociales, en nombre de los residentes.

Refirió que la vivienda universitaria no es ningún fortín, como se ha difundido y anotó que la condición de cualquiera de los más de 100 estudiantes que la ocupan puede ser verificada por cualquier autoridad.

Los congresistas inspeccionaron también el ambiente del comedor universitario y, a pedido de los estudiantes, ingresaron hasta la cocina, comprobando las precarias condiciones en que se elaboran los alimentos. Los usuarios dijeron que no les brindan una dieta balanceada, pues el menú diario consiste básicamente en menestras. Lescano y Luizar encontraron la cocina inundada de agua, con las ollas en el suelo, así como 10 ollas industriales abandonadas e inservibles que, según denuncia de los universitarios, fueron objeto de una compra irregular. Al concluir la visita, los legisladores dijeron que en San Marcos habían encontrado sobre todo carencias y necesidades no resueltas. Podemos decir que la gran mayoría de estudiantes de San Marcos viene acá a estudiar, señalaron.

Nulo aporte académico de Sendero en San Marcos

La Primera: 03 de julio del 2010

Los miembros de Sendero Luminoso en el país tratan de aprovechar la oportunidad de sobrevivir ofrecida desde 1990 por las FF.AA. y los gobiernos a cambio de conservar sus cuotas de poder y usar el miedo como componente político. Pudieron reunir en San Marcos a 30 ó 40 manifestantes que quieren la libertad de su jefe Abimael Guzmán. Menos del O.13 % de 30,000 estudiantes tiene la fuerza de las máscaras del pasado para asustar a muchas gentes. Hay también un pequeño bloque de senderistas orales que parecen valientes pero se asocian gentilmente a las autoridades universitarias para tener puestos, exigir promociones y favores. Son los que en tiempos de Fujimori marcharon en desfiles militares.

En casi 40 años de presencia en San Marcos (y en el país) el balance sobre la contribución académica de SL es lamentable. Ni un libro, ni una tesis, ni un artículo en Ciencias Sociales con un mínimo de seriedad para entender mejor la realidad peruana. Han sido y siguen siendo portadores de una letanía gastada sobre el “sendero luminoso de Mariátegui”. No conocemos a nadie de los llamados senderistas capaces de seguir aquel sabio consejo de Mao Tse Tung en el prefacio a sus “Estudios rurales”: no tiene derecho a la palabra quien no ha investigado la realidad. En muchos años de residencia en Ayacucho Abimael Guzmán no hizo esfuerzo alguno para aprender quechua, entender el mundo andino y escribir por lo menos un libro con alguna contribución. Para él y sus seguidores la Universidad es sólo una fuente de futuros cuadros, un comedor, una residencia para estudiantes de provincias, una caja de resonancia, un refugio.

¿Debemos a los senderistas alguna contribución en el debate de ideas y propuestas? No. Permítanme lectoras y lectores compartir con ustedes una pequeña historia personal. Cuando en 1971 fui a la Universidad de Ayacucho a presentar mi libro sobre la predominancia del capitalismo en Perú, los senderistas me recibieron con volantes en los que decían que yo era “un profesor académico pequeño burgués”, un “trotskista pro imperialista”, “un enemigo de Ayacucho”. En el libro me atreví a tratar de probar con cifras y argumentos que el Perú no era entonces un país feudal o semifeudal, como afirmaban ellos, los de Patria Roja y el PC pro soviético. Amenazaron con colgarme en la higuera de la Universidad. (Carlos Tapia fue testigo de ese hecho). 15 años después, un alumno senderista oral me acusó de ser un mal profesor por exigir que los alumnos leyesen los textos de John Murra, uno de los antropólogos más importantes, considerado por él como “un imperialista”.

No dicen una palabra sobre la sociedad peruana de hoy, el capitalismo, la colonialidad mundial del poder, la relación entre las culturas y el poder en Perú, la democracia en serio, el Estado plurinacional, y la necesidad de otro desarrollo, como el Allin kawsay - Buen vivir, propuesto por el movimiento indígena en América latina.

El próximo sábado volveré sobre el tema con una propuesta .

Alan García: "Más filiales universitarias no es el más acertado"



El Presidente de la República señaló que el fallo del Tribunal Constitucional (TC) que permite a las universidades crear un sinnúmero de facultades en el interior del país, sin considerar la calidad de la enseñanza, no fue el más acertado.
“Como Presidente de la República tengo que cumplirlo, pero ese fallo no es el más acertado y mi derecho de opinión no me lo quita nadie”, subrayó en declaraciones a la prensa durante la inspección del avance de la construcción del Gran Teatro Nacional.
Asimismo, dijo que observa con prudencia y precaución el proyecto de ley que se debate en el Congreso sobre las elecciones internas en las universidades.
  “Hay luces importantes que advierten que eso podría llevar a la politización exagerada y al desorden permanente, porque, como en la política nacional, el que quiere ser candidato estará obstaculizando el desarrollo de la vida universitaria tres años antes de la elección.”
Recalcó que el país requiere de universidades que den lo mejor a los estudiantes en calidad científica, académica y de producción intelectual.
“El problema no es cómo se elige a sus autoridades, sino cómo obligamos a las universidades a tener un nivel académico suficiente e internacional y no dar vergüenza como muchas lo hacen.”
Por ello, planteó la necesidad de calificar y acreditar a todas las universidades rápidamente.
“Le tienen miedo a este tema, creo que en eso podemos empujar algo, pero se necesita una decisión nacional que permita hacerlo”, puntualizó.
(Con información de Andina)

Reciente sentencia del TC deja sin base a 34 universidades

El Comercio. Sábado 3 de Julio del 2010


Orden restringe labor del Conafu en centros con licencia provisional. En Lima son 13 las sedes que no podrían autorizar pruebas de admisión
Por: Elizabeth Salazar Vega

El reciente fallo del Tribunal Constitucional (TC) no solo abre las puertas a la creación de facultades y filiales universitarias, sino que ha limitado las funciones del Consejo Nacional para la Autorización de Funcionamiento de Universidades (Conafu), y por ende, ha dejado en el aire a las universidades que vienen tramitando su permiso definitivo.
Según la ley, las universidades no solo debían acreditar ante el Conafu que cuentan con la infraestructura y plana docente adecuada para iniciar funciones, sino que debían estar bajo supervisión durante 5 años antes de obtener la autorización final. En esta fase se encuentran 34 instituciones en todo el país, pero ahora no cuentan con una entidad que fiscalice su buena marcha. Trece de ellas están en Lima y tienen en promedio a 5 mil alumnos.
“El tribunal ha propuesto crear una superintendencia que vea la calidad de las filiales. Suponemos que esta también asumirá las funciones que teníamos respecto a las universidades provisionales, pero no sabemos cuándo ni quién creará este organismo. Además, hay otras solicitudes en marcha”, explica Angelmiro Montoya, presidente del Conafu.
Para Manuel Solís, director nacional de Educación Superior del Ministerio de Educación, era necesario reajustar los parámetros con los que trabajaba Conafu, “porque no todas las provisionales merecen concluir el proceso si no cumplen con los requisitos. Pero tampoco se puede crear un organismo [una superintendencia] con las mismas funciones. El consejo tiene experiencia en el tema y hubiera sido mejor repotenciarlo”.
La primera consecuencia del fallo del TC se evidenciará en agosto, fecha en la que la mayoría de estas instituciones ha programado sus exámenes de admisión. “En las universidades provisionales los exámenes deben ser autorizados y fiscalizados, si no carecen de valor. Si para entonces no se crea la superintendencia o se busca una salida, los alumnos se verán afectados”, aseguró.
El presidente de la Comisión de Educación, Werner Cabrera, confirmó que el Congreso es el llamado a crear dicha superintendencia, pero el receso legislativo culmina recién la primera semana de agosto. Hasta entonces, nada se hará.
Florián Osorio, de la Universidad Peruana de Integración Global (UPIG), en Surco; y Juan Alfaro, de la Universidad Autónoma del Perú, en Villa El Salvador; dijeron esperar que el TC solucione este vacío legal. Ambos centros llevan ya tres años bajo supervisión y tienen 1.000 y 2.000 alumnos, respectivamente.
“Estamos preocupados porque no hay quién supervise nuestros avances”, añadió Jhon Reyes, de la Universidad Peruana de Arte Orval, la última que obtuvo el permiso provisional en enero de este año.

REACCIONES
“Hay zonas como Cañete y Juliaca que exigieron con marchas su universidad, y ahora se suspende todo. Estamos a favor de optimizar la calidad pero aquí hay cabos sueltos”.
ÁNGELMIRO MONTOYA. CONAFU

“Se están creando problemas por desconocimiento de la realidad universitaria. Lo viable sería devolver las funciones a la Asamblea Nacional de Rectores (ANR) o al Conafu”.
IVÁN RODRÍGUEZ. ANR

PARA TENER EN CUENTA
En trámite en Lima
1. U. Peruana Simón Bolívar
2. U. N. Tecnológica Cono Sur
3. U. Ciencias y Humanidades
4. U. Peruana de Integración Global-UPIG
5. U. Autónoma del Perú
6. U. Arzobispo Loayza
7. U. Le Cordon Bleu
8. U. de Ciencias y Artes de América (Toulouse Lautrec)
9. U. Peruana de Arte Orval
10. U. Peruana de Investigación y Negocios
11. U. San Andrés
12. U. Interamericana para el Desarrollo
13. U. Privada Juan Pablo II


Congresistas visitan campus de San Marcos: ‘No hay presencia senderista’

La República - 03 / 07 / 2010


Inspección. Congresistas tras visita a San Marcos. Yhony Lescano anuncia que presentará informe sobre necesidades que encontró durante su visita a la universidad.

Francesca García.

La inspección de un grupo de congresistas a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos –tras las informaciones que vinculan a sus estudiantes con Sendero Luminoso– culminó con el veredicto de que no existe evidencia para afirmar la presencia terrorista, por parte de los legisladores y la demanda por mayor presupuesto y el rechazo a una posible intervención, de parte de los estudiantes.
Yonhy Lescano (Alianza Parlamentaria) y Oswaldo Luízar (Bloque Popular), ambos integrantes de la Comisión de Educación del Congreso, aseguraron que la visita se realizó de forma sorpresiva y en cumplimiento a un compromiso asumido con los estudiantes.
“La inspección ha servido para establecer que San Marcos tiene problemas administrativos, pero no hemos constatado ningún tipo de actividad subversiva”, afirmó Lescano a la prensa.
En ese sentido, adelantó que entregarán este lunes un informe a la Comisión de Educación para detallar cuáles son las falencias en recintos como el comedor y la residencia universitaria, lugares que en otras épocas fueron focos de adoctrinamiento del terrorismo.
“Hay que solicitar que estos problemas se resuelvan de manera inmediata”, agregó Luízar. Además, informaron que citarán nuevamente al rector Luis Izquierdo.

“No a la intervención”
Entre otros lugares, los legisladores inspeccionaron las instalaciones de la residencia universitaria y del Centro de Informática, donde actualmente un aproximado de 40 estudiantes pernoctan y según información de Dircote habrían elementos pro sendero.
“Aquí nadie tiene vinculación con SL, nuestro único pedido es mejorar nuestras condiciones de vida”, indicó el estudiante Jefferson Canalo.
Los universitarios solicitaron mayor presupuesto y raciones para el comedor universitario y rechazaron una posible intervención político militar en el campus.

Datos
Recorrido. Tras salir del rectorado, los congresistas se trasladaron a la residencia universitaria, comedor, a la facultad de Ciencias Sociales, Letras y Mecánica de Fluidos.
Pedidos. Meyleen Robles, representante del Comedor Universitario de San Marcos, manifestó a los congresistas que actualmente existen serias falencias en cuanto a la calidad alimenticia, infraestructura, higiene y cantidad de raciones.

Visita Parlamentaria a la UNMSM

El Comercio. Sábado, 03 de Julio del 2010

viernes, 2 de julio de 2010

Verídica marcha estudiantil

Columna del Director

César Lévano
Razón Social
cesar.levano@diariolaprimeraperu.com
La Primera. 02 de julio
La marcha de alumnos sanmarquinos confirmó ayer que la inmensa mayoría de alumnos del centro de estudios no comulgan con Sendero Luminoso, sino que lo rechazan, así como rechazan la intervención gubernamental.
Fueron ante todo estudiantes de Derecho, de la Residencia Universitaria y del Comité de Comensales quienes participaron en el desfile, que a la vez protestaban contra la presencia de provocadores senderistas en el campus, contra la campaña antisanmarquina desatada en ciertos medios y contra la intención oficial de intervenir en San Marcos.
A la luz del desfile masivo del estudiantado, resulta claro que el gobierno ha magnificado la presencia de un grupúsculo violentista con el fin de justificar medidas contrarias a la autonomía universitaria.
Al mismo tiempo, los jóvenes han expuesto su condenación al fraude perpetrado contra la lista número uno ganadora de las elecciones para la Asamblea Universitaria y las maniobras destinadas a desconocer el resultado electoral en diversas facultades.
Hay casos de corrupción manifiesta, sobre todo en algunos miembros de tercios estudiantiles. Esto es condenable, no sólo por el efecto electoral inmediato, sino por la estela de inmundicia moral que deja en el alma de los precoces vendidos.
Un profesor me apuntaba ayer el caso de la Facultad de Administración, donde, me explicaba, ha habido una elección inequívoca, pero las autoridades se niegan a acreditar al Decano electo, y algunos estudiantes se dicen necesitados de fondos. El profesor, un profesional ilustre, me expresaba su preocupación: “¿Qué harán cuando sean administradores de una empresa privada o del Estado?”.
Dos factores deben ser tomados en cuenta, ante los problemas de San Marcos. Uno es que el régimen aprista arma y aprovecha el escándalo con dos fines: 1. Tender una cortina de humo frente a la estafa más grande cometida contra el Perú: la venta tramposa de gas a Chile. 2. Y armar el caos a fin de “reorganizar” la Universidad más importante del país.
Otro ángulo que no debe esconderse es la propaganda por “la amnistía”. Los propios voceros del senderismo han expresado, públicamente, que no sólo pretenden la libertad de Abimael Guzmán y otros jefes senderistas. Quieren amnistía “para los dos lados”. O sea también para los asesinos de los estudiantes de La Cantuta y de los humildes moradores de Barrios Altos; para Vladimiro y, ¿por qué no? también para Alberto Fujimori. Sólo les falta el lema: ¡Vladimiro, libertad!”.
Al fondo de este asunto hay sitio. El de una gran maniobra ideada en algún servicio de inteligencia, que pretende barrer cualquier rastro de democracia, todo conato popular. Entre sus armas está la división en el seno del pueblo. Para eso pueden servir ciertas candidaturas senderistas.

“Es buen momento para una reforma universitaria”

La República - 02 / 07 / 2010



Entevista/Mercedes Cabanillas. Legisladora está a favor del voto directo en las universidades y no cree que politizará la elección. También cuestiona el fallo del TC que permite abrir filiales universitarias.

Rocío Maldonado.

¿Sería un error que el gobierno observe la ley que democratiza la elección en las universidades?
No creo que sea un error per se. Es un derecho del Ejecutivo y es parte de la democracia.

¿Pero usted está de acuerdo con el voto universal y directo que consagra esta norma?
Para mí, el sistema de elección a través de delegados ha colapsado porque con el transcurrir del tiempo ha devenido en un sistema que permite la práctica de determinado actos de corrupción, camarillas, prebendas, compra del voto. Esos signos de corrupción tienen que extirparse.

La ANR ha pedido que se observe la autógrafa, pues afirma que traerá más politización e inestabilidad...
No es que la politización exista por tal o cual método de elección. Ese es un razonamiento muy simplista. Los vicios que se generan alrededor no dependen del método de elección. Si hay personas responsables y comprometidas, no creo que ningún método los va a convertir en politiqueros.

Docentes y estudiantes están a favor del voto directo, mientras que la ANR y el ministro de Educación en contra. ¿Recomendaría al gobierno su promulgación?
Yo considero que es una buena norma, pero puede ser mejorada y el gobierno tiene el derecho de alcanzar sus razones. En buena hora si hay aportes, y eso estaría dentro de los procedimientos. Pero también quiero destacar algo de lo que no se habla, y es que esta ley crea el vicerrectorado de investigación en lugar del administrativo.

Siguiendo con la educación, el TC ha declarado inconstitucional la ley que prohibía abrir más filiales universitarias. Después del escándalo de Alas Peruanas, el TC termina favoreciéndola.
No estoy de acuerdo con este fallo porque creo que no se toma en cuenta el factor calidad. El SINEACE (Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa) no funciona como debe ser por falta de presupuesto. El fallo señala que es menos costoso crear filiales que una universidad.

¿Qué se viene con el fallo?
 Ay Dios mío, vamos a tener por millares las filiales.

¿Qué puede hacer el Congreso si hay un consenso en que ya no deben abrirse más filiales?
Con todo lo que está sucediendo alrededor del tema universitario, creo que de repente es un buen momento para que en el Parlamento legislemos una nueva ley de reforma universitaria para el Perú del siglo XXI.

“Procesados por terrorismo no deben ir a las aulas”
¿Cree que maestros sentenciados por terrorismo deben volver al magisterio?
No creo porque, ¿quién garantiza que han cambiado? Por eso ante la duda, mejor abstente.

Dirán que tienen derecho a  resocializar y a trabajar...
Sí, y precisamente tengo un proyecto de ley que reconoce el derecho al trabajo de ellos, pero no en el aula sino en la parte administrativa. Busco que no se admita en la docencia a quienes hayan sido procesados y condenado por terrorismo.

¿En qué situación se encuentra su iniciativa?
El proyecto lo presenté en febrero de 2008 y ya tiene dictamen de la Comisión de Defensa y opinión favorable del MINJUS y MINEDU, pero la comisión de Educación no lo ha dictaminado. En las circunstancias actuales, creo que deberíamos aprobarlo.

Catedráticos demandan dar paso al voto directo

La Republica.

Universidades. Ante lobbies que buscan frenar la ley. Gremio de docentes universitarios también cuestiona votación delegada por favorecer a ciertas “camarillas”.
Rocío Maldonado.
Gustavo Iberico Vela, presidente de la Federación Nacional de Docentes Universitarios del Perú (Fendup), demandó que el Ejecutivo no demore más la promulgación de la Ley que Democratiza las Elecciones de Autoridades en la Universidades pues, en su opinión, esta norma pondría fin a muchos de los problemas por los que hoy pasan las universidades.
“Los problemas que han tenido las universidades en el último tiempo han sido en mayor parte por el sistema electoral. Con la votación delegada se facilitó la formación de camarillas que decidían la elección del rector. Aunque la ley haya salido con ciertas limitaciones, para nosotros es un gran salto”, sostuvo el dirigente. 

Lobbies buscan boicotear la ley
Iberico consideró que  las declaraciones del ministro Javier Velásquez, en el sentido de que el Ejecutivo podría observar la norma son una señal del lobby que está empezando a tejerse para evitar la instauración del sistema de elección directa, universal y secreta en las universidades.
“¿Por qué el gobierno no la promulga ya, si se trata de un proyecto que fue discutido y que incluso contó con el respaldo de la bancada aprista?”, cuestionó.
Según el dirigente, el argumentos en contra de la ley sobre que supuestamente generaría más politización y agitación en las universidades responde solamente a un interés personal de ciertas autoridades que ven peligrar su posición al interior de los centros superiores de estudios. Por ello, desestimó los cuestionamientos del presidente de la Asamblea Nacional de Rectores (ANR), Iván Rodríguez, así como del ministro de Educación, José Antonio Chang.
“No consideramos pertinente hablar de politizar. Al contrario, por estar politizadas se ha permitido que proliferen las ideas extremistas en las universidades, que deberían ser lugar donde se discuten las ideas en democracia”, subrayó Iberico, quien informó que la Fendup emitirá un comunicado para fijar su posición.

Destacan ejemplo de U. Cajamarca
La Federación de Estudiantes del Perú, que se unió al pedido de la Fendup para la pronta aprobación del voto directo,  subrayó que esta ley es producto de la presión de muchas universidades del interior que ya cuentan con un mecanismo de aproximación al voto universal incluso más avanzado que el aprobado en el Congreso.
Destacó el caso de la Universidad Nacional de Cajamarca, que en su estatuto y reglamento para elegir y revocar autoridades (rector y vicerrectores) contempla que el voto de la comunidad universitaria tiene el siguiente peso: estudiantes 45%, docentes 45% y graduados 10%. “Con este mecanismo, los candidatos tienen la obligación de pasar aula por aula para hacerse conocidos y hacer llegar sus propuesta a fin de captar votos”, refirió la FEP.